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domingo, 13 de julio de 2008

Picada: En el Julita II con Jorge Arrate: “Ahora no veo país con Concertación”

La Nación Domingo 13 de julio de 2008

"Nunca voy a dejar de ser socialista porque es parte de mi identidad. Es algo que no quiero pensar", enfatiza.


Jorge Arrate es político y también fanático de escribir ficción. Dice que cuando chico era un poeta. Incluso envió una carta con sus versos a "El Mercurio", al que además le escribió una suerte de oda.

"Eso fue cuando tenía nueve años y mi visión de ese diario era diferente", dice mientras se apresta a comer unos locos con mayonesa, especialidad afrodisíaca del Julita II, en el Mercado Central.

Esta es la picada escogida para conversar con este socialista, maestro de la cocina y admirador de los pequenes, "las empanadas de los pobres", porque sólo están rellenas con cebollas. "Yo podría ser un gran candidato [presidencial], porque soy un gran comedor de empanadas".

-Tiene fama de ser un estupendo cocinero.

-Yo encuentro que no. Cocino hace muchos años y debería hacer cosas mejores. Mis especialidades vienen desde el exilio, cuando empecé por necesidad. Mi primera dedicación fueron los vegetales, era bien provegetariano. Quedé pegado en las berenjenas, los champiñones, los zapallitos italianos.

-También tiene fama de escritor y está casado con una, Diamela Eltit. Le voy a leer los versos que incluso dedicó a "El Mercurio cuando era chico": "Mercurio Rey de los diarios de Chile / Eres el compañero del hogar y / Reinas desde la antigüedad, amigo mío...".

-Eso es de "El Mercurio" de Valparaíso y mi familia vivía en Viña. Tenía nueve años. Mi abuela era escritora y periodista y trabajó muchos años en ese diario que entonces era considerado como una institución apreciable. Ahora sigo escribiendo, aunque mi mano está cargada a los temas políticos que siempre son maximalistas, totalizantes, graves.

COCINERO PRESIDENCIABLE

-¿Es coqueto don Jorge?

-Fui en algún momento. Si soy o no, hay que preguntarles a las mujeres.

-Y a la izquierda extraparlamentaria, ¿le coquetea para ser su próximo presidenciable?

-Yo he levantado un proyecto político, una idea. Una idea de que hay un ciclo que terminó y que hay que iniciar uno nuevo; en éste hay que hacer una gran alianza en lo que yo llamo el pueblo del no, el pueblo de izquierda excluida y los jóvenes que estén dispuesto a volver a creer. Si ese proyecto resulta, a mí me gustaría mucho ser el candidato de eso. Para otros proyectos no me interesa ser candidato.

-¿Pero dejaría de ser socialista?

-Nunca voy a dejar de ser socialista porque es parte de mi identidad. Es algo que no quiero pensar.

-Hay algo que siempre he querido saber. Roberto Bolaño relata una comida en la casa de Diamela Eltit, reunión que finalmente termina pelando en una crónica publicada en el libro "Entre paréntesis" ¿Usted fue el cocinero esa noche?

-Yo cociné. Ese es un tema de Diamela y a mí no me gusta meterme. Yo hice una comida vegetariana, tomando en consideración el estómago de Bolaño, a su enfermedad. Quedó todo bien rico. El tema no me calienta, no me inquieta.

-Qué se siente estar casado con Diamela, que es una mujer tan ruda, que ha tenido toda una historia fuerte con Zurita?

-Ja, ja, ja. Yo no la encuentro ruda. Hay que separar. La gente cree que la literatura es autobiográfica, pero no es así, los mejores escritores son los que se trabajan en la imaginación.

-En una entrevista, hace diez años, usted dice: "Yo no veo país sin Concertación". ¿sigue pensando lo mismo?

-Claro que no. Ahora no veo país con Concertación. La Concertación nació con un propósito excluyendo ciertas fuerzas y nunca se pactó que eso fuera para siempre.

Por Mauricio Valenzuela / La Nación Domingo

Foto: Mario Ruiz

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