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viernes, 16 de noviembre de 2007

Interesante debate del avisaje. Un nuevo capítulo de un tema archisabido y sin solución

Walter Krohne

El tema de la distribución equitativa del avisaje fiscal entre todos los medios de comunicación es de enorme importancia para incrementar el pluralismo informativo y darle una mayor solidez a la democracia chilena. Este es un asunto serio que no se puede medir simplemente a través de la balanza del mercado, porque aquí está en juego todo nuestro sistema democrático. Justamente, es este punto el que no quieren o no desean entender los actuales administradores del Estado chileno.

La Fiscalía Nacional Económica no podría ir más allá del informe que ha dado a conocer recientemente (1), porque está claro que su misión es proteger al mercado y a la libre competencia. Es bueno por esta razón que el Fiscal Nacional Económico, Enrique Vergara Vial, haya decidido comunicar los resultados de su investigación al ministro Secretario General de Gobierno, Ricardo Lagos Weber, quien puede adoptar medidas y tiene, además, la obligación de hacerlo.

El error que aquí se comete es considerar el desarrollo de la prensa y las comunicaciones como un asunto que puede ser regulado solamente por el mercado. Y en este error, por temor a la clase económica o inseguridad, se ha insistido en los casi 18 años de gobiernos de la Concertación.

Chile y la gran masa de chilenos –60 por ciento de electores de la clase media- siguen teniendo hoy una sola forma de informarse, por los cauces de la derecha, lo que ideologiza sólo en una dirección gran parte de la información en Chile.

Ciertamente es casi imposible que un grupo humano de centroizquierda o de izquierda puedan mantener por largo tiempo un medio escrito, aunque su circulación sea elevada. El avisaje es fundamental y el sector privado, controlado por la elite económica, por razones obvias, no está dispuesto, por ningún motivo, a contratar servicios publicitarios en medios de otra ideología que no sea la propia.

La única solución que hay es permitir una distribución más equitativa del avisaje fiscal. Hablamos de una distribución estatal bien regulada y al margen de toda posibilidad de influencia que pudiese intentar ejercer el gobierno de turno sobre los medios. Sin embargo, no se quiere comprender que la concentración de medios de comunicación –el monopolio informativo de la derecha económica- va matando lentamente la democracia que, contrariamente a la enseñanza y experiencia del pasado, debe revisarse y perfeccionarse todos los días. Así lo recomendó, entre otros, el ya fallecido ex primer ministro alemán y gran demócrata Willy Brandt, Este monopolio, que valora positivamente la dictadura de Pinochet, está comprometido con la política de derecha, es opuesto a la Concertación, apoya la economía neoliberal como también una cultura conservadora, extiende además sus tentáculos hacia sectores como el radial, televisivo y también de Internet. No es casualidad que desde que recuperamos la democracia más de diez medios independientes hayan tenido que parar sus prensas por “default”. El tema del interés cero por el pluralismo es ya tan aburrido como el binominal que obliga a concurrir a votar a electores que saben de antemano que sufragando o no, los dos candidatos presentados (Concertación y Alianza) van a ser electos por si o por si en algunos distritos (Ej.: Valdivia 2005 Allamand y Frei), mientras el Congreso Nacional sigue funcionando sin tener la representación de todos los sectores políticos chilenos. ¡Muy malo para Chile!


_____________ (1) Informe Nº 1344- de la Fiscalía Nacional Económica a propósito de presentación de la presentación del director de la Revista Punto Final, Manuel Cabieses.
Walter Krohne, periodista , El Mostrador

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