Más democracia. Más Justicia. Chile para todos

martes, 20 de enero de 2009

"Contra el presente vergonzante", proclamación de Jorge Arrate

escrito por Coral Pey G y Alejandro Núñez S.
lunes, 19 de enero de 2009
A simple vista, era un domingo como cualquiera de mediados de enero, con la gente descansando en sus casas o fuera de Santiago, los menos. Pero hubo algo de especial: a las once de la mañana, en un lugar altamente simbólico para los amantes de las artes escénicas, como es el teatro Ictus: diferentes personas, provenientes de la izquierda chilena y en su mayoría de los "socialistas allendistas" nos congregamos ¿la razón?
Proclamar al ex ministro de minería de la Unidad Popular, y de los gobiernos de Aylwin y Frei, ex Presidente y responsable de la unificación del Partido Socialista y también embajador de Chile en Argentina durante el gobierno de Ricardo Lagos, como candidato presidencial. El acto contó con la presencia de socialistas de "la vieja guardia", como Carlos Altamirano, junto a nuevos luchadores sociales encarnados en la figura de Salvador Muñoz, coordinador de la campaña. ¿Qué pasó para que un "socialista histórico" que en diferentes oportunidades declaró en forma pública y privada no ser un "outsider", con más de cuarenta años de militancia en el PS, se decidiera a "correr con colores propios", renunciando, o más exactamente, suspendiendo su militancia? es fácil entenderlo: llegó a un límite la paciencia y pudo más la convicción de que en su partido ha estado fallando, además de otras carencias, la democracia interna, y que lo que hace algún tiempo sería una cita para barajar las distintas opciones presidenciales, se convertiría en un acto de proclamación del candidato de la Democracia Cristiana , entre adherentes a la actual conducción, que apoyaron a mano alzada y en forma unánime la resolución de adherir a dicha candidatura.
Y ello, en otras palabras, equivalía a desperdiciar una oportunidad de instalar ideas y propuestas en un escenario que está bastante carente de ellas. Como señaló Arrate "el Partido Socialista bajó las banderas demasiado pronto".
El acto fue bastante variado y nutrido, con mucha historia y remembranza a la UP y a Allende, con referencias reiteradas a los forjadores del socialismo chileno y latinoamericano y a organizaciones, partidos y movimientos de izquierda.
Pero también las consignas y el discurso central supieron, de manera lúcida y precisa, situarse en el presente y proyectarse al futuro, con una actitud de liderazgo muy clara, y de un liderazgo inteligente, que es lo que a la izquierda chilena le hace falta hace rato.
Pese a no ser excesivamente extenso, el discurso de Arrate fue muy rico en análisis críticos y en propuestas. Abarcando el plano nacional y el contexto internacional, se ubicó en la crisis global producida por la lógica especulativa y desde ahí criticó al candidato de la Alianza , Sebastián Piñera, tachándolo de ser su más claro exponente. Fue un discurso contra la exclusión y la inequidad y por la integración interna, más allá de las fronteras; por más participación ciudadana y más cohesión social, contra la Constitución del 80 y por una Asamblea Constituyente.
Y, reconociendo que las cosas han cambiado en estos años de Concertación, también criticó la falta de decisión para avanzar más y profundizar procesos de cambio social, como los que se están viviendo en diferentes países latinoamericanos. En el acto de ayer se llamó a construir un frente social de izquierda, que sea capaz de portar las banderas del compromiso, la equidad, la participación y la solidaridad, lo que debería construirse desde distintos espacios, articulando voluntades.
Sin duda, esta posibilidad se verá materializada si otras fuerzas políticas, como el Juntos Podemos, lo elige como su abanderado presidencial, lo que sería lo más lúcido que podría ocurrir desde ese espacio, ya que esta opción representa una mayor transversalidad, junto a la posibilidad del fortalecimiento de una izquierda que necesita expresar nuevas alternativas a las ya existentes, albergando diferentes corrientes en su seno.
Así, la candidatura de Jorge Arrate brinda una posibilidad a una izquierda que, en términos generales, ha estado sumida en una crisis casi existencial para que, reconociendo el pasado, tenga algo que decir y aportar al futuro de Chile.
Es hora de apurar el tranco.
Esta candidatura debiera representar un paso en un largo camino de construcción y reconstrucción de nuevos y viejos actores, en que los trabajadores y el pueblo sean nuevamente protagonistas de su historia.

Escriben: Coral Pey y Alejandro Núñez
Adherentes de la campaña presidencial de Jorge Arrate M.

No hay comentarios:

.

Text-Ads

Feeds